Calle Xiva, número 11, bajo en Aldaia
46960 - Aldaia - Valencia
Horario de 9 a 14:00 y de 15:00 a 19:00
“Porque el bienestar de tu hijo es lo primero”
En Psicosalud Emocional puedo ayudaros…
Te gustaría…comunicarte mejor con tu hij@ y desarrollar habilidades para desenvolverse mejor en la vida? Os presento un proyecto Psicoeducativo en casa dentro de tu propio hogar para guardar la intimidad y cómodamente sin tener que desplazaros.
Desde Psicosalud Emocional apuesto por la atención psicológica individualizada creando un ambiente empático, agradable y de confianza para poder atender las necesidades que se presentan de los niños y sus familias.
En definitiva, ofrezco asesoramiento para que consigan los objetivos que se plantean: ser felices, jugar, desenvolverse adecuadamente en la escuela, en casa… aprendiendo a gestionar sus emociones y superando los obstáculos por los que se encuentran.
Garantía de confianza: soy Psicóloga colegiada y habilitada para funciones sanitarias con formación en Posgrado de Conducta Infantil y Adolescente en la Escuela de Terapeutas de Conducta (Esteco) y con años de experiencia atendiendo niños. Además de contar con la experiencia de ser madre de dos niñas.
Metodología: Posibilidad de primera sesión informativa gratuita para poder despejar las dudas de los padres respecto a cómo funcionaran las sesiones, cual es mi método de trabajo… Desde la primera sesión de evaluación asistirán tanto los padres como los hijos. A no ser que los padres quieran acudir solos en un primer momento. Es decir, existe flexibilidad en las primeras sesiones.
De todos modos, a continuación os describo las diferentes fases de las que consta mi método de trabajo:
Las fases serían las siguientes:
A) Evaluación, (entrevista, cuestionarios, autoregristros, observación juego y dibujo). En las primeras sesiones nos conoceremos y sabremos que ocurre,
B) Posteriormente realizare un análisis de la situación (hipótesis explicativa) a partir de la cual se derivan los objetivos de intervención a través de los cuales os ofreceré pautas.
C) Intervención básicamente: Intervención en entorno, exposición, relajación, desensibilización sistemática, inoculación del estrés, intervención en pensamientos, intervención con padres.
Cada sesión es de aproximadamente 60 minutos de duración. ¿Cuántas sesiones son necesarias? Dependerá de cada niño/adolescente, de cada caso. Cada situación es diferente.
¿Cuáles son las dificultades que atiendo en Psicosalud Emocional?
Miedos
El miedo es el conjunto de sensaciones normalmente desagradables que se ponen en marcha como respuesta normal ante peligros reales. El miedo es evocado particularmente por estímulos que sean repentinos, intensos, irregulares y que sufran incrementos rápidos. Según la edad, los niños van evolucionando en los miedos que sufren. El problema surge cuando un niño ha madurado en otros ámbitos y sigue teniendo miedo a objetos, situaciones…más propios de etapas evolutivas anteriores.
Estrés.
Significa tensión. Se puede denominar a cualquier condición con capacidad para angustiar y sobrepasar a un individuo. Hay estresores denominados acontecimientos vitales por la propiedad que tienen de implicar cambio en casi todas las personas: por ejemplo una mudanza, el divorcio de los padres, la muerte de un ser querido, el nacimiento de un nuevo hermanito, problemas en la escuela (estudios, con compañeros, problemas de conducta)…En definitiva según Lazarus y Folkman (1984) el estrés es el conjunto de relaciones particulares entre la persona y la situación, siendo ésta valorada por la personas como algo que excede sus propios recursos y que pone en peligro su bienestar personal. En ocasiones, el estrés puedo producir reacciones difíciles de manejar y que los padres no saben gestionar puesto que ellos mismos pueden estar pasando por dificultades a nivel emocional, social, físico…en esos casos la angustia por los cambios estresantes puede ser mayor por lo que acudir a un psicólogo puede ser una opción adecuada.
La ansiedad es una emoción similar al miedo que requiere aprendizaje. En sí misma la ansiedad no es negativa sino que es adaptativa y nos facilita a rendir y actuar adecuadamente según las circunstancias. Sin embargo, cuando la ansiedad aumenta desmesuradamente y sus manifestaciones fisiológicas, pensamientos y conductas no se pueden controlar es cuando surge el problema.
Las características para un diagnóstico serian las siguientes:
Los siguientes trastornos de ansiedad se pueden presentar en la población infantil:
–Trastornos de ansiedad por separación. Es el miedo o la ansiedad excesiva e inapropiada que experimenta un niño cuando se aleja real o supuestamente del hogar o de aquellas personas a quien está vinculado, especialmente de la madre. Se diagnostica cuando el temor a la separación sea el principal foco de ansiedad y cuando la ansiedad aparece en edades tempranas. La edad media del trastorno es de 9 años.
El miedo, la ansiedad o la evitación dura al menos 4 semanas en niños y adolescentes y típicamente 6 o más en adultos. Y la alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas más importantes del niño (social, familiar, escolar).
Mutismo selectivo supone el fracaso constante de hablar en situaciones sociales específicas en las que existe expectativa por hablar (por ejemplo en la escuela) a pesar de hacerlo en otras situaciones, interfiriendo en los logros educativos o laborales (en casos de mayores de edad), la duración es como mínimo de un mes (no limitada al primer mes de escuela), el fracaso no se puede atribuir a la falta de conocimiento, no se explica mejor por un trastorno de la comunicación (por ejemplo trastorno de la fluidez o tartamudeo de inicio en la infancia), y no se produce exclusivamente durante el curso de un trastorno del espectro del autismo, la esquizofrenia u otro trastorno psicótico.
Fobia específica, Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (por ejemplo, volar, alturas, animales, administración de una inyección, ver sangre). En el caso de niños, el miedo o ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados o aferrarse. El objeto o situación se evita o resiste activamente. Este miedo o ansiedad dura típicamente 6 o más meses, causando malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes de funcionamiento. La alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental. Según el estímulo fóbico podemos encontrarnos: estímulo animal, entorno natural, sangre-inyección-herida, situacional (ascensor, avión, sitios cerrados por ejemplo), otras (como situaciones que pueden derivar en ahogo o vómitos; a sonidos ruidosos o personajes disfrazados)
Trastorno de ansiedad social (fobia social), Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta al posible examen por parte de otras personas. En las interacciones sociales (mantener una conversación, reunirse con personas extrañas), ser observado (comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (por ejemplo dar una charla). En los niños, la ansiedad se puede producir en las reuniones con personas de su misma edad y no solamente en la interacción con los adultos.
El sujeto tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente.
Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados, aferrarse, encogerse o el fracaso de hablar en situaciones sociales, las cuales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensas. Este miedo o ansiedad son desproporcionados a la amenaza real, durando este miedo o ansiedad típicamente 6 o más meses provocando un malestar clínicamente significativo o deterioro en diferentes áreas social, de estudios, y otras áreas de funcionamiento importantes. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden explicar mejor por los efectos de una sustancia, otra afección médica ni otro problema psicológico.
Trastorno de ansiedad generalizada, Ansiedad o preocupación excesiva que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de 6 meses, en relación con diversos sucesos o actividades. Al niño le es difícil controlar la preocupación. Esta ansiedad o preocupación se asocia a síntomas siguientes (en niños solo se requiere uno): inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta, fácilmente fatigado, dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular, problemas de sueño. Esta ansiedad, preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en diferentes áreas social, de estudios, y otras áreas de funcionamiento importantes. La alteración no se puede explicar mejor por los efectos de una sustancia, otra afección médica ni otro problema psicológico.
Fobia escolar
Es un rechazo prolongado que experimenta el niño a acudir a la escuela por algún tipo de miedo relacionado con la escuela.
La edad de inicio es entre los 3-4 años que coincide con el inicio del colegio, y entre los 11-12 años que coincide con el cambio de ciclo. Normalmente, para los más pequeños el inicio es repentino, y para los más mayores es gradual y suele empezar con quejas por algún aspecto concreto del colegio pudiendo acabar en la negativa total a acudir. Los miedos escolares aumentan con la edad.
Obsesión-compulsión
Los rituales son normales en una determinada etapa del desarrollo.
Estos rituales son una forma de poner orden y equilibrio en el caos de la vida del niño. Sirven también para controlar el miedo evolutivo normal hacia la oscuridad, las brujas o los fantasmas. Les ayuda para socializarse y para controlar la ansiedad.
Normalmente, estos rituales decaen porque aprenden otras habilidades de afrontamiento más adecuadas para la vida cotidiana, y porque van teniendo experiencias que le demuestran que lo que temo no ocurre. Para diagnosticar TOC, las obsesiones y compulsiones deben ser dominantes, severas y muy molestas, tanto como para que las actividades diarias del niño se vean afectadas de modo negativo. Los rituales llevan mucho tiempo, más de una hora diaria y causan preocupación y malestar psicológico.
Trastorno de estrés postraumático
El DSM-V (APA, 2013) lo define como:
Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza. Van acompañados de la presencia de síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático tales como recuerdos, sueños angustiosos, reacciones disociativas, malestar psicológico, reacciones fisiológicas intensas…Existe una evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático, que comienza tras el suceso traumático, además de alteraciones negativas cognitivas, del estado de ánimo, de la alerta y la reactividad asociadas al suceso traumático, que comienzan o empeoran después del suceso traumático, la duración de la alteración es superior a un mes, causa malestar clínicamente significativo y el malestar no es debida a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento o a alguna enfermedad..
Otras dificultades que atiendo en Psicosalud Emocional son:
Tristeza y/o depresión
El trastorno depresivo se diagnostica si cumple con la presencia de un estado de ánimo depresivo y/o irritable, o una disminución del interés o de la capacidad para el placer que está presente la mayor parte del día durante las 2 últimas semanas, y que se acompaña de cinco de los siguientes síntomas: pérdida o ganancia de peso, insomnio, enlentecimiento motor o agitación psicomotriz, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultades para concentrarse y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Estos síntomas deben ser lo suficientemente importantes como para provocar malestar significativo o deterioro académico, social o laboral en el niño o adolescente.
Los trastornos afectivos son una entidad que tiene expresión distinta según el desarrollo cognitivo y social del niño. La sintomatología y el tratamiento de la depresión dependen de la edad del paciente (preescolares, escolares o adolescentes) y de las circunstancias que la precipitaron que pueden ser por múltiples causas divididas en: factores genéticos, factores ambientales, eventos vitales (duelos, las enfermedades médicas crónicas, los factores socioeconómicos, el acoso escolar…y cualquier otro acontecimiento que el joven considere traumático) y las características propias del niño (elevados niveles de ansiedad, la baja autoestima, las distorsiones cognitivas, el pobre desempeño escolar y las deficiencias en sus habilidades sociales, que también pueden contribuir al desarrollo de depresión).
Desde Psicosalud Emocional apostamos por una atención de la salud integral y por ello atendemos casos en los que la salud física está afectada, teniendo en cuenta que la salud es un todo, puesto que los elementos físicos, emocionales y sociales influyen en nuestro bienestar general. Son factores de protección las variables de la propia persona (temperamento, habilidades para resolver problemas), el ambiente social (el ambiente familiar, el apoyo social, los recursos de la comunidad), y habilidades para afrontar los estresores psicosociales asociados a la enfermedad.
La intervención psicológica va dirigida por esta razón no solo al niño/adolescente con la enfermedad crónica sino también al ambiente familiar (padres, hermanos…), y por supuesto al niño/adolescente que pueda sufrir de dificultades a nivel emocional y que se traducen en problemas de conducta, intervención en sentimientos de culpabilidad, ira, negativismo, ayuda al afrontamiento de los cambios en la imagen corporal, ansiedad, depresión, problemas sociales…
Desarrollo de inteligencia emocional (autoestima, habilidades sociales autocontrol…)
El aprendizaje de destrezas relacionadas con la inteligencia emocional tales como el respeto por uno mismo, saber relacionarse adecuadamente con los demás, empatizar, conocer las emociones y saberlas gestionar…son aprendizajes que sirven para toda la vida y para todos los ámbitos (familiar, social, educativo, laboral, de pareja…) y que deberían formar parte de los contenidos en el aula junto con otras asignaturas. Desde Psicosalud Emocional apuesto por una enseñanza de estas habilidades, adaptadas a cada caso concreto, que son un aprendizaje para toda la vida.
Te gustaría…comunicarte mejor con tu hij@ y desarrollar habilidades para desenvolverse mejor en la vida? Os presento un proyecto Psicoeducativo en casa dentro de tu propio hogar para guardar la intimidad y cómodamente sin tener que desplazaros.
Desde Psicosalud Emocional apuesto por la atención psicológica individualizada creando un ambiente empático, agradable y de confianza para poder atender las necesidades que se presentan de los niños y sus familias.
En definitiva, ofrezco asesoramiento para que consigan los objetivos que se plantean: ser felices, jugar, desenvolverse adecuadamente en la escuela, en casa… aprendiendo a gestionar sus emociones y superando los obstáculos por los que se encuentran.
Garantía de confianza: soy Psicóloga colegiada y habilitada para funciones sanitarias con formación en Posgrado de Conducta Infantil y Adolescente en la Escuela de Terapeutas de Conducta (Esteco) y con años de experiencia atendiendo niños. Además de contar con la experiencia de ser madre de dos niñas.
Metodología: Posibilidad de primera sesión informativa gratuita para poder despejar las dudas de los padres respecto a cómo funcionaran las sesiones, cual es mi método de trabajo… Desde la primera sesión de evaluación asistirán tanto los padres como los hijos. A no ser que los padres quieran acudir solos en un primer momento. Es decir, existe flexibilidad en las primeras sesiones.
De todos modos, a continuación os describo las diferentes fases de las que consta mi método de trabajo:
Las fases serían las siguientes:
A) Evaluación, (entrevista, cuestionarios, autoregristros, observación juego y dibujo). En las primeras sesiones nos conoceremos y sabremos que ocurre,
B) Posteriormente realizare un análisis de la situación (hipótesis explicativa) a partir de la cual se derivan los objetivos de intervención a través de los cuales os ofreceré pautas.
C) Intervención básicamente: Intervención en entorno, exposición, relajación, desensibilización sistemática, inoculación del estrés, intervención en pensamientos, intervención con padres.
Cada sesión es de aproximadamente 60 minutos de duración. ¿Cuántas sesiones son necesarias? Dependerá de cada niño/adolescente, de cada caso. Cada situación es diferente.
¿Cuáles son las dificultades que atiendo en Psicosalud Emocional?
Miedos
El miedo es el conjunto de sensaciones normalmente desagradables que se ponen en marcha como respuesta normal ante peligros reales. El miedo es evocado particularmente por estímulos que sean repentinos, intensos, irregulares y que sufran incrementos rápidos. Según la edad, los niños van evolucionando en los miedos que sufren. El problema surge cuando un niño ha madurado en otros ámbitos y sigue teniendo miedo a objetos, situaciones…más propios de etapas evolutivas anteriores.
Estrés.
Significa tensión. Se puede denominar a cualquier condición con capacidad para angustiar y sobrepasar a un individuo. Hay estresores denominados acontecimientos vitales por la propiedad que tienen de implicar cambio en casi todas las personas: por ejemplo una mudanza, el divorcio de los padres, la muerte de un ser querido, el nacimiento de un nuevo hermanito, problemas en la escuela (estudios, con compañeros, problemas de conducta)…En definitiva según Lazarus y Folkman (1984) el estrés es el conjunto de relaciones particulares entre la persona y la situación, siendo ésta valorada por la personas como algo que excede sus propios recursos y que pone en peligro su bienestar personal. En ocasiones, el estrés puedo producir reacciones difíciles de manejar y que los padres no saben gestionar puesto que ellos mismos pueden estar pasando por dificultades a nivel emocional, social, físico…en esos casos la angustia por los cambios estresantes puede ser mayor por lo que acudir a un psicólogo puede ser una opción adecuada.
La ansiedad es una emoción similar al miedo que requiere aprendizaje. En sí misma la ansiedad no es negativa sino que es adaptativa y nos facilita a rendir y actuar adecuadamente según las circunstancias. Sin embargo, cuando la ansiedad aumenta desmesuradamente y sus manifestaciones fisiológicas, pensamientos y conductas no se pueden controlar es cuando surge el problema.
Las características para un diagnóstico serian las siguientes:
Los siguientes trastornos de ansiedad se pueden presentar en la población infantil:
–Trastornos de ansiedad por separación. Es el miedo o la ansiedad excesiva e inapropiada que experimenta un niño cuando se aleja real o supuestamente del hogar o de aquellas personas a quien está vinculado, especialmente de la madre. Se diagnostica cuando el temor a la separación sea el principal foco de ansiedad y cuando la ansiedad aparece en edades tempranas. La edad media del trastorno es de 9 años.
El miedo, la ansiedad o la evitación dura al menos 4 semanas en niños y adolescentes y típicamente 6 o más en adultos. Y la alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas más importantes del niño (social, familiar, escolar).
Mutismo selectivo supone el fracaso constante de hablar en situaciones sociales específicas en las que existe expectativa por hablar (por ejemplo en la escuela) a pesar de hacerlo en otras situaciones, interfiriendo en los logros educativos o laborales (en casos de mayores de edad), la duración es como mínimo de un mes (no limitada al primer mes de escuela), el fracaso no se puede atribuir a la falta de conocimiento, no se explica mejor por un trastorno de la comunicación (por ejemplo trastorno de la fluidez o tartamudeo de inicio en la infancia), y no se produce exclusivamente durante el curso de un trastorno del espectro del autismo, la esquizofrenia u otro trastorno psicótico.
Fobia específica, Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (por ejemplo, volar, alturas, animales, administración de una inyección, ver sangre). En el caso de niños, el miedo o ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados o aferrarse. El objeto o situación se evita o resiste activamente. Este miedo o ansiedad dura típicamente 6 o más meses, causando malestar clínicamente significativo o deterioro en áreas importantes de funcionamiento. La alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental. Según el estímulo fóbico podemos encontrarnos: estímulo animal, entorno natural, sangre-inyección-herida, situacional (ascensor, avión, sitios cerrados por ejemplo), otras (como situaciones que pueden derivar en ahogo o vómitos; a sonidos ruidosos o personajes disfrazados)
Trastorno de ansiedad social (fobia social), Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que la persona está expuesta al posible examen por parte de otras personas. En las interacciones sociales (mantener una conversación, reunirse con personas extrañas), ser observado (comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (por ejemplo dar una charla). En los niños, la ansiedad se puede producir en las reuniones con personas de su misma edad y no solamente en la interacción con los adultos.
El sujeto tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente.
Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados, aferrarse, encogerse o el fracaso de hablar en situaciones sociales, las cuales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensas. Este miedo o ansiedad son desproporcionados a la amenaza real, durando este miedo o ansiedad típicamente 6 o más meses provocando un malestar clínicamente significativo o deterioro en diferentes áreas social, de estudios, y otras áreas de funcionamiento importantes. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden explicar mejor por los efectos de una sustancia, otra afección médica ni otro problema psicológico.
Trastorno de ansiedad generalizada, Ansiedad o preocupación excesiva que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de 6 meses, en relación con diversos sucesos o actividades. Al niño le es difícil controlar la preocupación. Esta ansiedad o preocupación se asocia a síntomas siguientes (en niños solo se requiere uno): inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta, fácilmente fatigado, dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular, problemas de sueño. Esta ansiedad, preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en diferentes áreas social, de estudios, y otras áreas de funcionamiento importantes. La alteración no se puede explicar mejor por los efectos de una sustancia, otra afección médica ni otro problema psicológico.
Fobia escolar
Es un rechazo prolongado que experimenta el niño a acudir a la escuela por algún tipo de miedo relacionado con la escuela.
La edad de inicio es entre los 3-4 años que coincide con el inicio del colegio, y entre los 11-12 años que coincide con el cambio de ciclo. Normalmente, para los más pequeños el inicio es repentino, y para los más mayores es gradual y suele empezar con quejas por algún aspecto concreto del colegio pudiendo acabar en la negativa total a acudir. Los miedos escolares aumentan con la edad.
Obsesión-compulsión
Los rituales son normales en una determinada etapa del desarrollo.
Estos rituales son una forma de poner orden y equilibrio en el caos de la vida del niño. Sirven también para controlar el miedo evolutivo normal hacia la oscuridad, las brujas o los fantasmas. Les ayuda para socializarse y para controlar la ansiedad.
Normalmente, estos rituales decaen porque aprenden otras habilidades de afrontamiento más adecuadas para la vida cotidiana, y porque van teniendo experiencias que le demuestran que lo que temo no ocurre. Para diagnosticar TOC, las obsesiones y compulsiones deben ser dominantes, severas y muy molestas, tanto como para que las actividades diarias del niño se vean afectadas de modo negativo. Los rituales llevan mucho tiempo, más de una hora diaria y causan preocupación y malestar psicológico.
Trastorno de estrés postraumático
El DSM-V (APA, 2013) lo define como:
Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza. Van acompañados de la presencia de síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático tales como recuerdos, sueños angustiosos, reacciones disociativas, malestar psicológico, reacciones fisiológicas intensas…Existe una evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático, que comienza tras el suceso traumático, además de alteraciones negativas cognitivas, del estado de ánimo, de la alerta y la reactividad asociadas al suceso traumático, que comienzan o empeoran después del suceso traumático, la duración de la alteración es superior a un mes, causa malestar clínicamente significativo y el malestar no es debida a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento o a alguna enfermedad..
Otras dificultades que atiendo en Psicosalud Emocional son:
Tristeza y/o depresión
El trastorno depresivo se diagnostica si cumple con la presencia de un estado de ánimo depresivo y/o irritable, o una disminución del interés o de la capacidad para el placer que está presente la mayor parte del día durante las 2 últimas semanas, y que se acompaña de cinco de los siguientes síntomas: pérdida o ganancia de peso, insomnio, enlentecimiento motor o agitación psicomotriz, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultades para concentrarse y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Estos síntomas deben ser lo suficientemente importantes como para provocar malestar significativo o deterioro académico, social o laboral en el niño o adolescente.
Los trastornos afectivos son una entidad que tiene expresión distinta según el desarrollo cognitivo y social del niño. La sintomatología y el tratamiento de la depresión dependen de la edad del paciente (preescolares, escolares o adolescentes) y de las circunstancias que la precipitaron que pueden ser por múltiples causas divididas en: factores genéticos, factores ambientales, eventos vitales (duelos, las enfermedades médicas crónicas, los factores socioeconómicos, el acoso escolar…y cualquier otro acontecimiento que el joven considere traumático) y las características propias del niño (elevados niveles de ansiedad, la baja autoestima, las distorsiones cognitivas, el pobre desempeño escolar y las deficiencias en sus habilidades sociales, que también pueden contribuir al desarrollo de depresión).
Desde Psicosalud Emocional apostamos por una atención de la salud integral y por ello atendemos casos en los que la salud física está afectada, teniendo en cuenta que la salud es un todo, puesto que los elementos físicos, emocionales y sociales influyen en nuestro bienestar general. Son factores de protección las variables de la propia persona (temperamento, habilidades para resolver problemas), el ambiente social (el ambiente familiar, el apoyo social, los recursos de la comunidad), y habilidades para afrontar los estresores psicosociales asociados a la enfermedad.
La intervención psicológica va dirigida por esta razón no solo al niño/adolescente con la enfermedad crónica sino también al ambiente familiar (padres, hermanos…), y por supuesto al niño/adolescente que pueda sufrir de dificultades a nivel emocional y que se traducen en problemas de conducta, intervención en sentimientos de culpabilidad, ira, negativismo, ayuda al afrontamiento de los cambios en la imagen corporal, ansiedad, depresión, problemas sociales…
Desarrollo de inteligencia emocional (autoestima, habilidades sociales autocontrol…)
El aprendizaje de destrezas relacionadas con la inteligencia emocional tales como el respeto por uno mismo, saber relacionarse adecuadamente con los demás, empatizar, conocer las emociones y saberlas gestionar…son aprendizajes que sirven para toda la vida y para todos los ámbitos (familiar, social, educativo, laboral, de pareja…) y que deberían formar parte de los contenidos en el aula junto con otras asignaturas. Desde Psicosalud Emocional apuesto por una enseñanza de estas habilidades, adaptadas a cada caso concreto, que son un aprendizaje para toda la vida.
Calle Xiva, número 11, bajo en Aldaia
46960 - Aldaia - Valencia
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